Danilo Medina es hoy día una de las figuras políticas con mayores posibilidades de alcanzar la presidencia de la presidencia de la república. Su éxito político ha sido labrado con humildad, con persistencia, con visión y con integridad.
El licenciado Danilo Medina es, sin lugar a dudas, la figura política que tiene un mejor y mayor aval para dirigir los destinos de la nación dominicana en estos momentos. Si partimos del hecho cierto y real de que el presidente Fernández no puede optar por aspirar a nuevo mandato, la imagen y la potencialidad de Danilo como figura política y como aspirante presidencial alcanzan el más alto sitial. En los momentos actuales el PLD, la primera fuerza política de la nación y el partido en el poder, tiene dos grandes líderes, Leonel y Danilo, que han sido los responsables principales de su readecuación orgánica y política, de la nueva visión de su liderazgo y de los éxitos electorales que ha obtenido esa entidad política en los últimos procesos electorales. Como Leonel tiene la necesidad histórica de preservar a su partido en el poder, todo apunta a que el candidato natural para garantizar que el proyecto nación de la entidad fundada por Bosch se mantenga, es Danilo Medina. El PLD tiene una cantera de dirigentes con condiciones excepcionales, muchos de los cuales tienen todo el derecho de aspirar a la presidencia. Pero la gran realidad es que en el PLD hay dos grandes liderazgos que encarnan y aspiraciones a lo interno y a lo externo. Uno de ellos, Leonel, está cerrando la primera etapa de su condición de buen estadista. El otro, Danilo, está abriendo su etapa de estadista excepcional. El éxito político de Danilo está asumiendo niveles históricos. Muchos creyeron que cuando en el año 2006 él se atrevió a enfrentar a Leonel y no ganó la candidatura presidencial, había terminado todo. Y fue lo contrario: en ese momento, a pesar de la derrota electoral, se inició su gran éxito como líder, como político, como articulador de estrategias correctas, pero sobretodo, como sembrador de ideas y propuestas que la sociedad dominicana ha asumido como necesarias y pertinentes en esta coyuntura histórica.
De ese momento en adelante, Danilo articuló una estrategia basada en un silencio y manejo prudente de su imagen, sin descuidar el trabajo político cotidiano, que le ha dado un éxito rotundo. Antes que crear problemas en su partido, lo que hizo fue sacar las experiencias de lugar y continuar su trabajo sin prisa pero sin pausa. Fortaleció su entorno estratégico y amplió su visión táctica. Sembró sus ideas y convicciones en miles de personas y en los diversos sectores de la sociedad y, como buena semilla, germinaron y se multiplicaron con creces. Hoy día Danilo está cosechando lo que sembró con humildad, con persistencia, con visión y con integridad.
Hoy día, Danilo representa lo mejor para todos. Para el país, para el PLD, para Leonel, para los pobres, para la clase media y para los ricos. La Biblia expresa en el libro de Eclesiastés que “todo tiene su tiempo”. Este es el tiempo de Danilo.
Euri Cabral
Es Comunicador y Economista
euricabral07@gmail.com
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