En el día de ayer el vocero de Miguel Vargas, Alfredo Pacheco daba a este como ganador con 59% fue una declaración extra oficial, lo cual se veía como un acto de desesperación por parte del sector MVP, es que Miguel Vargas, que ha golpeado a ese partido hasta más no poder, ha recibido otra lección, la primera: una vergonzante derrota en las pasadas elecciones de medio término, donde el PRD no pudo lograr ni un solo senador, la otra: la derrota, en una reñida competencia, por parte de un precandidato que hace un ano, estaba deshabilitado y que Miguel ayudo a habilitar.
Miguel Vargas es un avasallador, esa actitud es mala consejera, cuando se maneja el poder hay que tener cuidado, pues hay procesos que se pueden volver en contra, como un bumerán.
En el PLD, si bien las cosas no se han definido en cuanto a la elección del los precandidatos y la posterior convención, la situación está más clara que nunca, pues este partido es poseedor de niveles de disciplina superiores a los del PRD, pero a demás, lejos de competencias reñidas, la balanza se ve claramente inclinada a favor de unos de sus líderes, me refiero a Danilo Medina, el cual mantiene en cada encuesta, una ventaja astronómica respecto a los demás precandidatos.
Si bien a Hipólito no le fue muy fácil vencer a su contrincante, las primarias perredeistas, mucho menos le será, vencer al candidato del PLD, pues este partido que goza del favor de más del 50% de popularidad, está más compacto y unido que nunca, con una ventaja tan amplia como la que mantiene Danilo Medina, es imposible que incidentes algunos afecte la convención del PLD que se avecina, mientras el PRD, se avoca ahora a tratar de curar, heridas incurables, pues es un partido que tiene una vocación histórica de caos y divisionismo.
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