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sábado, 5 de marzo de 2011

La última Gallup, el PRD y el país Por Hipólito Mejía

Escrito por: HIPÓLITO MEJÍA
La diatriba, la mentira y la división son nuestros enemigos.

La encuesta dada a conocer por la firma Gallup República Dominicana, que tiene un contrato con el periódico Hoy, es un gesto desesperado por evitar la manipulación, el engaño y el uso abusivo de la publicidad y la propaganda con nombre de instituciones que tienen muchos años de servicio, y que para forjarlo con alguna honestidad deben a toda costa protegerlo de la ambición política desmedida.
Eso es lo que ha pasado con Gallup Dominicana, con su presidente Rafael Acevedo, y de alguna manera con el diario Hoy. La firma encuestadora ha dicho que hizo la encuesta por su propia cuenta y con sus propios recursos, dada la proximidad de la elección interna en los partidos, por recomendación expresa de The Gallup Organization, Inc. Y con la no objeción de su cliente, el diario Hoy.
La encuesta nacional, realizada del 15 al 19 de febrero, tuvo el propósito de poner en claro la excesiva campaña de Miguel Vargas Maldonado, diciendo que Gallup le daba como ganador de la convención del 6 de marzo en el Partido Revolucionario Dominicano. Claro, Vargas y su equipo de promoción utilizaban los datos de una encuesta realizada en noviembre del año pasado(hace 4 meses), en que se le asignaba una simpatía superior a la que se registraba en ese momento a mi favor.
Escribí un artículo en El Nacional, el pasado 28 de enero (página 12), sobre las encuestas y la precampaña en el PRD y dije que no participaba de la manipulación de encuestas y que tampoco recomendaba a nadie gastarse fortunas diciendo en los periódicos que se va a ganar con tal porcentaje. Eso, además de una burla al elector, es un autoengaño. “Se puede mentir una semana, un mes y hasta un año, gastando dinero a borbotones, pero el resultado es inaplazable con el momento de la decisión electoral”, escribí en El Nacional. Y eso ha quedado comprobado en este caso.
Para evitar que le dañen su imagen y ante la proximidad de la convención del 6 de marzo, Gallup República Dominicana ha salido al frente a la manipulación y al engaño. No cuestiono la decisión del periódico Hoy, ni de su director don Bienvenido Alvarez Vega, y menos del propietario, don Pepín Corripio. Estoy consciente de los avatares que han tenido que afrontar desde diferentes sectores. Hemos mantenido nuestra cordura y la confianza de que el proceso será realizado con transparencia, independientemente de la fortuna que otros han gastado en propaganda y en páginas pagadas con encuestas viciadas y manipuladas.
Rafael Acevedo hace algunas aclaraciones en su documento que me parecen pertinentes y por lo cual le felicitamos. En esa encuesta, realizada en forma independiente, asumido su costo por la propia firma, se ofrece un panorama global de lo que está ocurriendo en el país y en los partidos políticos. Nadie puede alegar que esta última encuesta de Gallup ha sido realizada para favorecer a alguien en particular.
La encuesta dice claramente que casi las dos terceras partes del país ve mala la actuación del Gobierno, con apenas un 22.6% que valora la gestión como buena. Casi 7 de cada 10 ciudadanos considera que en el año 2010 la situación económica empeoró con relación al 2009, y un porcentaje parecido rechaza la reelección del presidente Leonel Fernández.
En cuanto al debate por la candidatura en mi partido, el PRD, la situación es bien clara. Cuando se pregunta al público en general quién es el mejor candidato para ir a las elecciones presidenciales por el PRD, en el 2012, la respuesta me favorece con un 52.6% y un 41.7 para Miguel Vargas.
Pero cuando se pregunta según las preferencias partidarias, en nuestro caso, entre los perredeístas, los porcentajes cambian sustancialmente: A mi favor se registra un 60.6% y a favor de Miguel apenas un 39.0. Observo que los reformistas declaran estar más inclinados a votar por mi, por encima del 50%, y que los peledeístas están más inclinados por Miguel Vargas- El 45.6% de los peledeístas consideran a Miguel mejor candidato que yo, y con razón. Eso pone en tela de juicio la costosa campaña que se ha desarrollado para vincularme –es una locura, es verdad!-, como el candidato preferido por los comesolos.
En esta precampaña interna del PRD han brotado, se han hecho visibles, muchos acontecimientos que parecían ser lo contrario de lo que en realidad eran. Ha habido campaña sucia, publicada por muchos medios electrónicos y en especial por Internet, contra mí. Y lo han hecho compañeros de mi propio partido, a quienes mantuve en posiciones relevantes durante los 4 años de mi gestión gubernamental.
Gente a las que impulsé políticamente, como Miguel Vargas, a quien apoyé en la precampaña del 2007-2008, y a quien brindé mi respaldo, le endosé una parte de los cuadros que hoy le siguen, ahora me descalifican, me denigran y presentan mi obra de Gobierno, que debió ser en parte la suya, como errática.
Gente que me acompañó en darle la cara con responsabilidad a la crisis del sistema financiero, por fraude y abuso de las normas, ahora quieren sacar el expediente para denostarme, cuando en el 2008, 2009 y 2010, en los países desarrollados y en los lugares donde afectó la crisis financiera, aplicaron las mismas medidas que nosotros pusimos en práctica para salvar el sistema de pagos en la República Dominicana.
Gente sin tradición perredeísta, sin capacidad política para hacer frente a las diabluras de un Gobierno mañoso como este, ahora quieren trazar pautas políticas. Usando los argumentos de Leonel Fernández contra mí y hasta dándoles pautas de la estrategia propagandística a utilizar en mi contra, cuando yo asuma formalmente la candidatura presidencial por el PRD.
La suerte está echada, como dijo Julio César al cruzar el Rubicón. No hay marcha atrás. La convención será el 6 de marzo, y no puede haber argumentos para detenerla, ni maniobras y menos truculencias de las que fueron comunes en circunstancias en que las tendencias desangraban a nuestra organización.
El PRD debe ir unido a la convención. A mis compañeros de partido, en especial a Miguel Vargas y a sus seguidores, les decimos que el objetivo supremo de nuestras aspiraciones es devolver el poder al pueblo, para que sirva al pueblo, para que los perredeístas cumplamos con el ideal de nuestro líder, José Francisco Peña Gómez, de darle educación, cambio de realidad, trabajo, alimentación a este pueblo. Que produzcamos para exportar y generar riquezas. La diatriba, la mentira y la división son nuestros enemigos y no debemos permitirles que corroan las entrañas del PRD. Y menos ahora.

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