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lunes, 18 de abril de 2011

Orlando dice: Gobernabilidad, poder y drama de candidatos

Orlando Gil
orlandogil@codetel.net.do
EL PADRE
Los candidatos que corren para las elecciones del 2012 deben saber que por mucho que arreen y el caballo cabalgue con buen viento, encontrarán una situación política que le hará difícil la gobernabilidad.
De ahí que apreciara que en la lucha interna del PLD se jugaba algo más que la nominación presidencial, y considerara que la irrupción de aspiraciones al parecer caprichosas, como las de Margarita Cedeño de Fernández, tenían un propósito, aunque no necesariamente llenaran el cometido. Es decir, que el desplazamiento en el poder en las actuales condiciones no puede ser el clásico quita y pon propio de otras circunstancias.
En España, por ejemplo, han vivido el fenómeno, pero igual en otras latitudes. Y se da dentro de un partido, pero también en la dirección del Estado. Allá acuñaron la expresión “Hay que matar al Padre”, y la semana pasada Fernando Garea, de El País, lo desarrollaba con mucha lucidez. El padre y el hijo no pueden ocupar determinado espacio al mismo tiempo, y mientras uno ejerza sus poderes, el otro no puede hacerse con la herencia…
UN CASO
Todavía no se ha escrito la historia de la persecución, sometimiento, juzgamiento y condena del ex presidente Salvador Jorge Blanco. Hay muchos capítulos sueltos que dificultan un entendimiento cabal. Por ejemplo, los lavados de manos de Joaquín Balaguer.
Cada vez que –en sus muchos años de gobierno– se producía una situación crucial que tendía a afectarlo de manera directa, le sacaba el cuerpo con una simulación que resultaba genial.
El plan de contrainsurgencia que provocó la muerte de decenas de dirigentes y miembros de izquierda fue llevado a cabo por “fuerzas incontrolables”. La corrupción era mucha, pero no lo alcanzaba porque se detenía en las puertas de su despacho.
Así, los expedientes contra el ex mandatario Jorge Blanco, no fueron su decisión, sino la campaña de terceros. Hubo quienes creyeron y aceptaron su excusa tardía, y Jorge Blanco murió en olor de santidad y dejó un legado como estadista que le reconoció el actual gobernante. La verdad fue que hubo que actuar contra los responsables de la gestión de 1982-86, pues era demasiado el poder acumulado…
MOTIVOS
En su momento se atribuyó la acción del gobierno de Joaquín Balaguer contra sus antecesores, incluyendo al propio presidente Salvador Jorge Blanco, a venganza por pequeñas maldades, como el impedimento de volar en helicóptero durante la campaña electoral. La historia como anecdotario.
Sin embargo, Balaguer, acostumbrado al poder absoluto, se dio cuenta desde el primer momento que se le iba hacer difícil gobernar, teniendo en la acera de enfrente a un hombre con tantos recursos y ambición de volver. La primera y principal tarea era preservarse políticamente, y por tanto, le era imperativo desmontar todo ese poder, y hacerlo en todas sus facetas.
De ahí que no solo se procediera contra Salvador Jorge Blanco, sino que se incluyera a su secretario de las Fuerzas Armadas y su asesor financiero, involucrados los dos en la aventura del retorno.
Esa situación tiende a reproducirse ahora. Leonel Fernández acumula demasiado poder en el gobierno, pero también en una oposición que puede tener o no comillas…
PROBLEMAS
Hipólito Mejía como gobierno va a tener problemas si no saber maniobrar ante unos poderes públicos secuestrados desde ahora y que responderán a un solo mando. Danilo Medina también los tendrá, y empieza a tenerlos desde dentro del partido con la rivalidad de una facción, la del presidente, que no cesa en sus hostilidades y en sus propósitos de someterlo a la obediencia.
No solo están los dos millones doscientas mil firmas, sino la candidatura de Margarita Cedeño de Fernández, que en caso de que pase, no tendría esos problemas, ya que sería una continuidad contínua. Ella sería él. Los franceses, cuando se produce un crimen, lo primero que aconsejan es buscar la mujer, como causante directa o distante de la muerte. En el caso de la candidatura de la primera dama, hay que hacer lo contrario: buscar al hombre.
Ella podrá tener presencia, recursos, momento, etc., pero hasta ahora no se le conoce equipo de campaña. No basta con tener simpatías, o despertar emociones. Hay que convertir unas y otras en votos, y para eso hay que organizarse en núcleos decisivos… continuará…

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