Un Miguel Vargas reducido y humillado

Si bien denota debilidad el hecho de no tener poder,  acapararlo todo, también puede  generar ciertas debilidades. Todos recuerdan a Miguel Vargas, cuando, comprando y captando sin miramientos todo lo que pudo, barrió el piso con Milagros Ortiz Bosch, en las primarias del PRD; tenia los bríos de un cacique en ese partido, aglutinó en su entorno todo el poder, lo que le permitía señalar con su índice de hierro y a su antojo, a quien él entendía, debía ser el candidato ideal para las elecciones congresuales que se aproximaban, haciéndose el peligroso “traje a la medida” que en política, a menudo arroja resultados nefastos. Vargas, no tuvo compasión para golpear como quiso la dirección media y alta del PRD, dio latigazos a diestra y siniestra, hirió a Hipólito Mejía, aplastó a Guido Gómez Mazara, acabó con Tony Peña Guaba, sin tomar en cuenta que a veces, un hombre puede lucir gigante, sobre todo, cuando los demás están en cuclillas, Este comportamiento sistemático y avasallante por demás, dió al traste con el menoscabo del partido blanco, lo cual se reflejó en la derrota de dos elecciones consecutivas, las generales del 2008 y las congresuales del 2010.

Ahora el destino cobra su deuda, se ha virado la tortilla y Miguel Vargas luce alicaído, humillado de forma tal que Hipólito Mejía lo acaba de emplazar, es decir: ponte claro o me voy contigo o sin ti, dijo el guapo de Gurabo, a continuacion, una cita del mismo: “Hemos hecho todo lo que hay que hacer con la paciencia de Job y hemos organizado profunda y seriamente  lo que tenemos que hacer. Y de esta semana no pasa sin que haya un acuerdo”, durante una visita que giró a El Nuevo Diario, donde fue entrevistado por  el director de este periódico, Persio Maldonado y al directora ejecutiva, Cosette Bonelly.

El lunes que viene, Hipólito se lanzará en campaña abierta, sin importar si se arriva o no, a un acuerdo con el sector MVM.
Estos golpeos en un PLD compacto, no deben ni dejarse asomar, es muy peligroso para la paz peledeista, querer casi imponer la candidatura de la prestigiosa primera dama como acto desesperado del sector reeleccionista, recordemos que la Primera Dama, ni se mencionaba dos semanas a tras, porque las expectativas de la reelección estaban centradas en que el presidente se pronunciaría a favor de esta; pero en su afán desbordado y sin darse cuenta las irritaciones que esto podría generar a lo interno del PLD, el sector de la reelección, se lanza a atizar una aventura que más que bien le hace mal, a un partido que hoy está más unido que nunca.

El PLD debe transitar en paz, sin elementos perturbadores las elecciones primarias internas que habran de celebrarse a partir del domingo 10 de abril. Urge el buen ejemplo y las cátedras de orden y disciplina que hasta ahora, han hecho del PLD la organización política más éxitosa y avanzada de  Republica Dominicana.