Sea que vaya en coche, en un Mercedes o en cualquier otra cosa, lo cierto es que esta vez Danilo Medina irá cómodo y con base firme en procura de ver hecho realidad el viejo y esforzado sueño de ser presidente de la República. Contrario a otras jornadas, en las que suerte y circunstancias no estuvieron de su lado, el desarrollo de los acontecimientos y los últimos eventos a lo interno del PLD perfilan que este es el momento de Danilo (el respaldo ofrecido ayer por senadores y diputados leonelistas que estaban “aguantados” y a la espera de una señal del líder, sella la unidad y los esfuerzos del partido oficial en la dirección que le garantiza el triunfo, la del proyecto presidencial de Medina).
Pero además de que factores adversos que rodearon sus aspiraciones cuando confrontó con Hipólito hoy no están presentes, y que el viento ahora sople a su favor, la verdad es que por su constancia y su preparación para ejercer el poder la segunda figura del partido morado en influencia y liderazgo político se merece ñy se ha ganado- la oportunidad de ser Presidente. Con un PLD más maduro y ducho en las bregas del poder, ya determinadas incomprensiones o resabios que motivaran que el respaldo de los seguidores de Leonel Fernández a Medina no fuera del todo resuelto y con el debido entusiasmo, que es fundamental para mantener la unidad y garantizar el triunfo electoral, todo eso ha desaparecido y se inscribe en el pasado.
Se corresponde con la realidad y el buen juicio la decisión final de los miembros del equipo del Presidente, al no poder estar éste ni su esposa al frente de una candidatura. Máxime, ante el peligro del retroceso o del “huracán Hipólito”, advertido por el Vice Alburquerque, o de una posible retaliación contra algunas figuras del PLD-gobierno. Si es mejor, y más seguro, entenderse con uno de adentro que con uno de afuera, cualquier acuerdo de alta política Leonel-Danilo debe darse entre ellos dos, sin más nadie. Como en dos horas y más de diálogo hay tiempo para todo, cabe suponer que en la última cumbre fue mucho lo superado y demasiado lo conversado, incluyendo lo de una posible Vice. Entendible en el caso de doña Margarita, porque hace ver en firme y en serio el apoyo de Leonel a quien aspira a sustituirle y sería la cuota visible del líder.
Pero además de que factores adversos que rodearon sus aspiraciones cuando confrontó con Hipólito hoy no están presentes, y que el viento ahora sople a su favor, la verdad es que por su constancia y su preparación para ejercer el poder la segunda figura del partido morado en influencia y liderazgo político se merece ñy se ha ganado- la oportunidad de ser Presidente. Con un PLD más maduro y ducho en las bregas del poder, ya determinadas incomprensiones o resabios que motivaran que el respaldo de los seguidores de Leonel Fernández a Medina no fuera del todo resuelto y con el debido entusiasmo, que es fundamental para mantener la unidad y garantizar el triunfo electoral, todo eso ha desaparecido y se inscribe en el pasado.
Se corresponde con la realidad y el buen juicio la decisión final de los miembros del equipo del Presidente, al no poder estar éste ni su esposa al frente de una candidatura. Máxime, ante el peligro del retroceso o del “huracán Hipólito”, advertido por el Vice Alburquerque, o de una posible retaliación contra algunas figuras del PLD-gobierno. Si es mejor, y más seguro, entenderse con uno de adentro que con uno de afuera, cualquier acuerdo de alta política Leonel-Danilo debe darse entre ellos dos, sin más nadie. Como en dos horas y más de diálogo hay tiempo para todo, cabe suponer que en la última cumbre fue mucho lo superado y demasiado lo conversado, incluyendo lo de una posible Vice. Entendible en el caso de doña Margarita, porque hace ver en firme y en serio el apoyo de Leonel a quien aspira a sustituirle y sería la cuota visible del líder.
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