Hipólito Martínez |
Como dominicanos, debemos celebrar orgullosos el hecho de contar con una figura preclara, reconocida entre los grandes del mundo como uno de los destacados civilistas latinoamericanos que contribuyeron de forma notable en el proceso de siembra y crecimiento del árbol de la democracia representativa en estos pueblos situados en el llamado continente de la esperanza.
En la República Dominicana cada vez que se tratan temas democráticos con seriedad y con rigor científico, nunca se podrá obviar el legado del Bosch Líder, organizador de Pueblo, ejemplo de disciplina y entrega a la causa política de la liberación del país; un verdadero prototipo de hombre comprometido con la dignificad y el desarrollo integral de la sociedad que lo vio nacer.
Vive Juan Bosch el educador popular, el de las cátedras magistrales por radio o mediante charlas directa a núcleos ciudadanos y grupos políticos; vive e inspira a los que se esfuerzan por desarrollar la actividad política como servicio desinteresado a la comunidad donde vive, procurando el funcionamiento eficiente de las instituciones públicas y vigilando un desempeño ético de los funcionarios estatales.
El insigne vegano está presente como referente moral obligado de aquellos que buscan servirle a la patria y no servirse de ella. Don Juan se alegra cuando disminuye el índice de analfabetismo y se enoja cuando crece la pobreza, él llora cuando alguien se acuesta sin haber comido las tres calientes correspondientes a cada día.
Bosch está vivo y quiere que este país mejore significativamente en todos los ámbitos, de modo que se convierta en una sociedad moderna y democrática, una nación donde se acaben los sobresaltos y los escándalos que generan la ignorancia, la violencia y la inseguridad social como él la soñó.
Juan Bosch habla a través de sus libros, que deben ser fuentes permanentes de consulta de los dirigentes nacionales para que nunca se desvíen de la búsqueda del bienestar social al que Don Juan siempre le dedicó toda su vida; su discurso de redención social es el más completo que se conoce en la historia dominicana, razón por la que el pensamiento político del profesor Bosch no podrá estar ausente cuando se busque el desarrollo real y definitivo de la República Dominicana.
En este nuevo cumpleaños, muchas felicidades donde quiera que esté y ojalá que algún día en la patria de Duarte, inspiración de tu obra política maestra, podamos hacerte el más digno de los homenajes y reconocimientos, que es el de luchar sin tregua por hacer realidad la visión de justicia social a la que dedicaste toda tu vida. Que viva el maestro Juan Bosch.
El Autor es Comunicador, Abogado, Profesor y Miembro de Diálogo Educativo.
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