La visita al Brasil del candidato presidencial Danilo Medina, y en particular al ex presidente Lula da Silva, no tiene desperdicios.
La sola impresión que dio Medina por aquellas tierras y la valoración que de él ofrecieran los distinguidos anfi triones, incluyendo a la actual jefa de Estado, señora Dilma Roussef, para el dirigente del partido morado fue un palo político.
Lula, fi gura de dimensión continental por sus probados éxitos en la búsqueda de fórmulas para combatir la pobreza y encarar el dolor de cabeza que signifi ca el precio de los combustibles, es un referente obligado para todos los países con economías en crisis. Junto al tema de la delincuencia que nos desborda, –y que es una pena que algunos lo politicen y no lo asuman como parte de una agenda de Nación en la que todos coincidan en la búsqueda de respuestas–, pobreza y combustibles, son retos y tareas mayores para cualquier aspirante a dirigir los destinos y la suerte de los dominicanos, y que por la magnitud y complejidad que les caracterizan, no pueden caer en cualquier mano. El que Danilo, recién electo candidato del PLD, y cuando la dura jornada de campaña que le espera en su país apenas empieza, haya querido abrevar en la fuente de éxitos que es Brasil en la problemática de referencia, es una muy buena señal, porque pone de manifi esto que, de llegar al poder que busca, el hombre no iría al mismo a inventar ni a adivinar, sino ya sabiendo lo que hay que hacer en renglones fundamentales en los que, hasta ahora, y con todo y algunos esfuerzos y las buenas intenciones, en más de un intento nos hemos quedado cortos.
¿Acaso coinciden o se identifi ca Danilo Medina con el “librito” del ex Presidente Lula? De todos modos, el que el ex mandatario (de su éxito hablan los números y los hechos: 39 millones de personas sacadas de la pobreza, y en vez de el FMI prestarle al Brasil, éste le prestó dinero al Fondo) diga que: “Creo que Danilo tiene todas las condiciones para hacer por la República Dominicana lo mismo que hicimos por Brasil”, no se trata de una ayudita cualquiera de campaña al criollo, sino que le abre una puerta ancha, a partir de la refl exión que esas palabras promueven en sectores productivos, maduros y pensantes del país, y que, al fi nal, hacen una mayoría y deciden las elecciones.
¡Con razón Medina se ha inspirado en el paradigma que es hoy día Lula da Silva!
La sola impresión que dio Medina por aquellas tierras y la valoración que de él ofrecieran los distinguidos anfi triones, incluyendo a la actual jefa de Estado, señora Dilma Roussef, para el dirigente del partido morado fue un palo político.
Lula, fi gura de dimensión continental por sus probados éxitos en la búsqueda de fórmulas para combatir la pobreza y encarar el dolor de cabeza que signifi ca el precio de los combustibles, es un referente obligado para todos los países con economías en crisis. Junto al tema de la delincuencia que nos desborda, –y que es una pena que algunos lo politicen y no lo asuman como parte de una agenda de Nación en la que todos coincidan en la búsqueda de respuestas–, pobreza y combustibles, son retos y tareas mayores para cualquier aspirante a dirigir los destinos y la suerte de los dominicanos, y que por la magnitud y complejidad que les caracterizan, no pueden caer en cualquier mano. El que Danilo, recién electo candidato del PLD, y cuando la dura jornada de campaña que le espera en su país apenas empieza, haya querido abrevar en la fuente de éxitos que es Brasil en la problemática de referencia, es una muy buena señal, porque pone de manifi esto que, de llegar al poder que busca, el hombre no iría al mismo a inventar ni a adivinar, sino ya sabiendo lo que hay que hacer en renglones fundamentales en los que, hasta ahora, y con todo y algunos esfuerzos y las buenas intenciones, en más de un intento nos hemos quedado cortos.
¿Acaso coinciden o se identifi ca Danilo Medina con el “librito” del ex Presidente Lula? De todos modos, el que el ex mandatario (de su éxito hablan los números y los hechos: 39 millones de personas sacadas de la pobreza, y en vez de el FMI prestarle al Brasil, éste le prestó dinero al Fondo) diga que: “Creo que Danilo tiene todas las condiciones para hacer por la República Dominicana lo mismo que hicimos por Brasil”, no se trata de una ayudita cualquiera de campaña al criollo, sino que le abre una puerta ancha, a partir de la refl exión que esas palabras promueven en sectores productivos, maduros y pensantes del país, y que, al fi nal, hacen una mayoría y deciden las elecciones.
¡Con razón Medina se ha inspirado en el paradigma que es hoy día Lula da Silva!
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