Es obvio que el disgusto de Miguel Vargas Maldonado con Hipólito Mejía va en serio, lo que podría crear un cisma insuperable en el estrato superior de la dirigencia del Partido Revolucionario Dominicano con miras a las elecciones del 20 de mayo próximo.
Sería una lástima reiterada, que se repita lo ocurrido en las elecciones del 1986 cuando una mácula similar le costó el poder a Jacobo Majluta y se le cedió impunemente al doctor Joaquín Balaguer.
“Al PRD solo lo derrota el PRD” habría dicho entonces el doctor Jacobo Majluta. Recuerdo el último acto de Majluta en la televisora Rahintel. En ese momento estaba presente el doctor Peña Gómez, pero el “gran timonel” perredeísta se retiró sin despedirse del candidato presidencial.
Entonces refl exioné y le manifesté mi impresión a todos aquellos que al otro día estaban en el periódico “La Noticia” cerca de mí. “Parece que a Jacobo lo van hacer perder”, fue mi comentario.
Luego de saberse el resultado de los comicios Jacobo comentó: “Yo no perdí, yo fui traicionado”.
¿Se quiere repetir esa historia?, Todo parece indicar que hacia ese destino se dirige inexorablemente el PRD. Analice usted, amigo lector, estos hechos de esta misma semana.
1- Hipólito anuncia que va a visitar a Miguel Vargas Maldonado para entregarle una carta para arreglar los problemas de integración de los dos grupos del PRD; Vargas dice que no recibió la carta porque no fue avisado y que se encontraba en otro compromiso; 2-Hipóllito anuncia para el viernes pasado el acto para dar a conocer a quienes lo acompañarán como “comando de campaña”. Vargas se dice que tiene un viaje a Puerto Rico y no estuvo en el país.
Toda mentalidad normal, que comprenda estos hechos refl exionará para entender que al señor Vargas no le interesa juntarse con Hipólito Mejía.
Porque si no hubiese sido avisado de la visita de Hipólito debió dejar lo que hacía para juntarse con el candidato presidencial, pedirle excusas por su inadvertencia e intentar subsanar cualquier mal entendido. O es que acaso son tontos.
Y lean, si no oyeron las declaraciones de Héctor Guzmán – el vocero de Hipólito- cuando afi rma que lo que ocurre es que Vargas no ha superado su derrota en la convención, del pasado 6 abril.
Y legisladores de Miguelito –como Henry Sharraf- confi esan que todavía las diferencias se pueden resolver, pero que la gente de Hipólito deben respetar al presidente del PRD.
Sin embargo, si aún le faltaran datos relea lo que dijo Hipólito recientemente en el sentido de que dirigentes del PRD “se están entendiendo con el gobierno”. ¡Más claro…ni el agua! El PRD va directo a un deshuesadero en las elecciones de mayo próximo porque Hipólito no podrá nivelar la enorme carga de la ausencia del otro Medio Partido (52%-47%). Todo ese proceso se convertirá en un birria que producirá un terrible trauma a los dominicanos que por una u otra razón se ilusionaron con que Papá llegaría realmente.
El PRD podría quedar tan maltrecho en la prueba del 20 de Mayo, que no sería aventurado decir a quienes se irán: “El ultimo que salga que apague la luz”, si es que no hay apagón en ese momento. Un apagón de la lucidez. Uno ve, uno piensa y uno opina.
Los simples danilistas que solo quieren ganar sin fi jarse en las consecuencias, podrían creer que mientras peor le vaya al PRD es mucho mejor para Danilo.
Pero el asunto no es así, porque se debilitará el sistema de partidos en el pais y eso causaría una dispersión que no hará ningún bien a la sociedad dominicana.
Queremos que Danilo gane, pero debe luchar por su merecido triunfo, sin destruir al contrario y sin avasallar como se hizo en el 2010 con medidas a todas luces “non sanctas”.
Veamos al país, en su conjunto y en sus perspectivas de paz, antes que los intereses sectarios y circunstanciales. Al menos así pienso yo.
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