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lunes, 8 de agosto de 2011

Orlando Dice:Las dificultades de la población y los diálogos del Presidente


Orlando Gil
orlandogil@codetel.net.do
LA CONVOCATORIA
La violencia, la delincuencia y la criminalidad son problemas sociales que en ocasiones desbordan el marco natural y se convierten en problemas políticos. Incluso, de Estado.
En la entrega del pasado viernes hablaba de cuáles son las dificultades que más inquietan a la población, de acuerdo al último estudio del Centro Económico del Cibao. Entre las tres principales mencionaba la seguridad ciudadana. Los resultados de esa encuesta fueron presentados en una reunión del candidato Hipólito Mejía con sus estrategas de campaña. La lógica lleva a pensar que la violencia, la delincuencia y la criminalidad serán elementos tácticos en la lucha de Mejía por la presidencia de la República. Eso por lo menos lo considera el presidente Leonel Fernández, pues no puede explicarse de otro modo que el gobierno haya convocado para la tarde de hoy uno de los llamados diálogos populares, una instancia que se creía en olvido total. Más claro, ni el agua. Las autoridades conocen, al igual que la oposición, la situación que se vive en los barrios… 
SORIA
Cuando llamé la atención sobre los viajes del presidente Fernández, conté a manera de ilustración la anécdota del ex presidente español José María Aznar y uno de sus ministros. En ocasión de uno de sus regresos, con el debido respeto le reconvino: “Presidente, menos Siria y más Soria…”. La historia viene a cuento porque el pasado viernes, Alfredo Pérez Rubalcaba, el candidato del PSOE, es decir, del gobierno, andaba en campaña por Soria.
Pero también porque el jefe del Estado decidió volver a la calle. Esta tarde va para Gualey, y le tienen convocado a todos sus alrededores, que es como decir Soria. Y volver a la calle significa hablar con la gente, intercambiar, conocer su ánimo, sus aspiraciones.
Discutir con ella oportunidades y posibilidades. Es salirse de la concha del caracol, donde solo se oye el eco lejano de un mar en apariencia, para mojarse de nuevo los pies con agua salada.
Sacudirse un poco o del todo de lo que monseñor Adolfo Alejandro Nouel – según se afirma -- llamó “polilla palaciega”.
Se hace difícil creerlo, pero muchos consideraban al mandatario como un rehén de los delirantes que promovieron su reelección… 
EL ACTO
No puede adelantarse juicios, pues el Palacio Nacional anunció la actividad pero no entregó guión. Sin embargo, los antecedentes obligan a reserva. Nadie quiere que se repitan experiencias anteriores en que la espuma se desbordaba, pero en el fondo había poco chocolate. Que no lleven bestias amaestradas y se monte un circo, pues más que lograr resultados, podrían enfrentar consecuencias.
Incluso, hay que discernir. El presidente Fernández no lo va a decir, pero se le conoce tanto para interpretarlo hasta cuando no habla. Lo de hoy es una arrancada de campaña, pero no de Danilo Medina, ni por Danilo Medina, sino suya. Lo de Medina, si se da, será por añadidura. El mandatario, ya lo he dicho, no ataja para nadie, y cuando enlaza, es para su potrero. Aunque no hay dudas de que si hace su trabajo como jefe de Estado, al candidato “oficialista” se le hace más ligera la carga. Como andan las cosas hoy en día, los hombros de Medina no son suficientes para llevar tanto peso. Hipólito Mejía tiene exceso de equipaje, pero todas las maletas son suyas… 
EL MISMO
¿Qué es lo que se busca con la actividad de “diálogos populares” en Gualey y que convoca a representantes de todos sus alrededores? Que el presidente Leonel Fernández se reconcilie con las bases de la población. Que rinda cuenta de manera más directa, y no ante un auditorio mudo, como sucede cuando se dirige a la nación desde el Palacio Nacional y a través de los medios televisivos.
Poner a prueba su encanto, pues no hay dudas de que lo perdió sin darse cuenta.
El jefe del Estado, y lo tiene demostrado a lo largo de sus mandatos, es un narcisista del poder. Incluso, con sentido de historia. No es verdad que va a dejar que destrocen su figura y su obra y terminar como un apestoso. Contrario a sus amigos y contemporáneos Ricardo Lagos, Michel Bachelet, Luiz Inácio Lula da Silva, Álvaro Uribe, y otros cuyos períodos van más allá del suyo. La mitología recuerda a Sísifo, pero también al ave Fénix. Subir para el primero era una tarea dura y difícil, además de inútil, pero sobre todo un castigo.
Renacer para la segunda era una gloria, pues era a partir de sí misma. ¿Quedarán suficientes cenizas?...

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