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jueves, 11 de agosto de 2011

ORLANDO DICE¿Cómo sería la campaña con Papá y Mamá en la contienda?


Orlando Gil
orlandogil@codetel.net.do
EL REPLIEGUE.- Una de las virtudes del político es replegarse a tiempo. No dar el frente si no tiene seguridades de que puede ganar. Las trincheras se ocupan o se abandonan, dependiendo de las posibilidades. Margarita Cedeño desde la segunda fila, como oyente, tiene aprendida esa lección, y otras más. Cuando intentó competir en la interna del PLD, y le salieron al paso “los generales sin tropas”, supo ponerse a salvo y nadie recuerda haberla visto con yeso o gasa. Lo obvio fue que no sufrió ninguna herida. De seguro que le quedó el rencor, pero el rencor no mata si al afectado lo mueven fines superiores. O suyos, o colectivos. Lo cierto es que la señora Cedeño entró en bajo perfil y dejó que siguiera el sorteo sin tener su billete a manos. Cuando se conoció al ganador, y que no fue sorpresa, se regocijó como todos. Incluso felicitó al candidato. ¿Qué estuvo haciendo durante ese tiempo muerto? No viendo lo linda que estaba la mar, o pidiendo al cielo deseos cada vez que le cruzaba una estrella fugaz. Siguió ese trabajo silencioso, el político, del que un día dará las claves...
LOS CHISMES.-  Como estaba ausente, no tuvo que lidiar con los chismes que giraban a su alrededor. Eran escarceos, pero como tocaban su intimidad, la intención era clara. Por ejemplo, empezaron a notar que no acompañaba a su esposo en los actos que como Presidente de la República debe asistir. Era como si no hubiera Primera Dama. La expresión más socorrida era “ya no la saca”, y por ahí seguían las comidillas. Cada cual más perversa. Su reaparición en grande en la inauguración del Museo de la Arquidiócesis de Santo Domingo, con Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez incluido, la colocó de nuevo en el escenario de la política. Recuperada la confianza, se produce el bufeo de San Francisco de Macorís: “Con Danilo y Mamá, la verdad que esa pela va”. Una simple expresión, un choteo, y ya primera página. Era como si la hubieran estado esperando, como si nunca hubiera abandonado la lucha. ¿Puede intrigarse con su retorno? Claro que sí. Las condiciones son diferentes, las oposiciones no existen y sus oportunidades lucen inmensas...
PASCUAS.- Evidentemente que lo de Margarita Cedeño es un caso a considerar desde una óptica fría. Tal vez no sea el fenómeno que se impulsó desde el primer momento, pero tampoco una imposición (moda, contagio) desde el poder, que fue la apreciación que se hizo cuando salió a la palestra. Como aspirante al primer puesto, se pensó, iría de la mano de su esposo el presidente Leonel Fernández, quien obviamente no quería resignar el mando. Si no podía ir él, que fuera ella. El fantasma de los Kitchner de Argentina asomó desde el Palacio Nacional, y todo el mundo pensó que su candidatura era un designio superior: la dinastía Fernández. Ahora, como segunda de a bordo, la cosa cambia. La cuestión fluye con espontaneidad. Sería una decisión del candidato Medina, sin que medien razones que no sean las suyas de conveniencia y oportunidad. Incluso, parece que la idea le atrae, pues siendo un político de sonrisa corta, cuando le preguntan, su cara recuerda un día de Pascuas...
EL NÚMERO.- La reacción de un Danilo Medina muerto de risa no es casual. El prospecto de Margarita Cedeño tiene muchas posibilidades, pues cada vez que la miden, y contra quien sea, queda alante. Como dice el refrán, “un número que gusta y un billetero que insiste...”. Ahora bien, no solo es la gente de la calle o sus relacionados o Medina, que han visto el potencial de la Primera Dama como compañera de boleta. También el PRD. Los estrategas de Hipólito Mejía la dan como un hecho, e incluso ya la tienen en cuenta en el diseño de campaña. El pasado Día de los Padres sorprendieron con una página entera de periódico y con letras grandes en que afirmaban: “Esto no tiene Madre”, con la firma de Llegó Papá. La leyenda fue ingeniosa, y mucho más oportuna, aunque hubo sus críticas, que mejor debió haber dicho: “Esto no tiene Madre... pero llegó Papá”. Los danilistas, aun sin haberla asumido, colocan en sus páginas en la red expresiones como “Papá es Cualquiera, Mamá es una Sola”. De manera que si hay Papá y Mamá, la campaña electoral será una sociedad en valores...

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