La importancia de ese impulso radica en la acogida calurosa que tuvo el político dominicano y en las expresiones de pleno respaldo, pese a que se sabe en el mundo que Brasil cuida mucho su estilo de política exterior y su acostumbrada neutralidad. Lula da Silva le dio a Medina el tratamiento que no le acordó a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, cuando ella visitó Brasilia en marzo del año pasado, en el marco de una gira latinoamericana que la llevó a Chile, Argentina y Uruguay.
En la ocasión de esa gira, Brasil estaba resentido con la señora Clinton por sus comentarios contrarios a la propuesta del país sudamericano y Turquía respecto al programa nuclear de Irán, al cual se ha opuesto firmemente Estados Unidos.Por la rigidez del protocolo brasileño, el entonces gobernante carioca no contemplaba recibir oficialmente a la señora Clinton y había dejado el encargo al canciller Celso Amorim. Luego explicó que había decidido una concesión para recibir a la secretaria.
Encomia a Medina
Lula da Silva, quien abrazó y le dio palmadas afectivas a Medina, recibió sonriente los regalos que el dirigente dominicano le llevó y dijo que “Medina logrará en la República Dominicana reducir considerablemente la pobreza, tal y como lo hizo Brasil”, una nota de encomio sobresaliente, dándolo ya como el ganador.
Bajo la dirección de Lula da Silva las relaciones de política y comercio entre su país y la República Dominicana han crecido bastante al punto de que empresas brasileñas se encuentran aquí construyendo obras de infraestructura de considerable presupuesto.
Con la visita de Medina a la presidenta Rousseff se repitió la cálida acogida al candidato y los periódicos dominicanos publicaron la foto de ambos tomados de las manos, una recepción más allá de lo acostumbrado. La presidenta valoró el empeño de Medina por “unir en su pensamiento y en sus acciones el crecimiento económico con el mejoramiento de la vida de todos los ciudadanos”.
Poco antes de partir a Brasil, el candidato del PLD recibió el respaldo del presidente Fernández y de la dirigencia nacional de su partido, en momentos en que el gobernante hizo una especie de rendición anticipada de cuentas con dura advertencia sobre la posibilidad del retorno del PRD al poder.
La visita del político dominicano a Brasil ocurre en momentos en que un nuevo orden mundial de la deuda de los países europeos y Estados Unidos la considera en baja, mientras sube la calificación a naciones llamadas “emergentes” como el país sudamericano.
Medina apura el paso
Medina apura el paso y tendría que hacerlo en cualquier circunstancia para revertir la impresión bastante extendida de que el candidato del PRD, ex presidente Hipólito Mejía le lleva ventajas en la apreciación del público.
Los estrategas de Mejía están bastante recostados en ese hecho que ha sido documentado por las encuestas independientes Gallup y Penn and Schöen, aunque producidas antes de la elección del peledeísta como candidato.
Los del PRD no quieren que se propalen las advertencias de algunos dirigentes de ese partido en el sentido de que la ausencia de los estrategas del ex aspirante presidencial y presidente del partido, Miguel Vargas Maldonado, atrasa la campaña.
Medina está dando a conocer en reuniones públicas y privadas su apoyo a la lucha contra la pobreza, la equidad social y la educación, que fueron fuertes en las campañas tanto de Lula da Silva como de la señora Rousseff.
El político dominicano tendría también que mantener el apoyo del doctor Fernández y de los que lo respaldarán para la campaña reeleccionista, porque un triunfo suyo en las elecciones del año que viene no sería posible sin el claro respaldo presidencial.
Aunque circulan en el país encuestas que colocan al ex presidente Mejía por encima de Medina en la predilección de los electores, los estrategas del segundo esperan que esa tendencia pudiera variar tras su proclamación a finales de este mes.
Para esa ocasión, esperan esos estrategas, el presidente Fernández habrá removido de sus cargos a varios funcionarios de su gobierno para colocar a partidarios importantes del candidato Medina, quienes ayudarían a empujar la maquinaria de su candidatura.
A Medina y a sus estrategas no escaparía el hecho de que, debido a factores extranjeros como la continua alza de los combustibles, el régimen del doctor Fernández sufre un desgaste, que se une al natural para un gobierno de siete años corridos.
En su paso apurado para conseguir el favor de los electores, Medina no puede echarse encima ese desgaste, que en rigor no le pertenece aunque sí a su partido, pero tampoco puede denunciarlo.De ahí que sus estrategas parecen esforzados en apuntar a lo que señalan como mal desempeño del ex presidente Mejía, cuando ocurrieron los infortunios de las quiebras bancarias, objeto todavía de discusión pública.
Algo que le beneficia es el ingreso de los US$500 millones de bonos soberanos, el desembolso de US$348.1 millones del FMI y las partidas de hasta US$600 millones por parte del FMI, BID y BM, para fortalecer las reservas internacionales del Banco Central y cubrir el presupuesto.
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