NUEVA YORK, Nueva York.- Como Defensor del Pueblo o Contralor de la ciudad de Nueva York, este joven nacido en la isla de Taiwan tiene unos rasgos característicos cibaeños que causan impresión. Quien le escucha hablar de los dominicanos, refranes y sobre República Dominicana quedará sorprendido. Se ha identificado tanto con los dominicanos que el sancocho es su plato favorito. Llegó como invitado, por una organización comunitaria, al alto Manhattan y como siempre revestido de un aspecto impecable y formal pero, informal de alocución se convirtió en la atracción de los asistentes, en su mayoría taxistas, quienes no encuentran manera de demostrarle al alcalde de la ciudad Mr. $$ Blomberg que su diseño de servicio a los hispanos, en Manhattan, es una realidad convertida en necesidad.
A decir verdad, Liu es un fenómeno dentro de la política newyorquina y, con su forma jovial se está ganando a los hispanos en especial a los dominicanos. No se si lo dijo en forma de broma, en un programa de televisión, que él quería ser presidente de los Estados Unidos de América.
Pocos políticos han sembrado un carisma tan especial como Liu, además, su espontaneidad para con los dominicanos lo ha hecho visible a través del tiempo; ustedes podrán notar una especial amistada que conserva con Adriano Espaillat, demostrado durante la juramentación de Adriano como senador Estatal de N.Y. Liu le robó el show a Espaillat con sus dominicanadas.Adriano también ha demostrado una madurez increíble en el manejo de su personalidad con los medios de prensa y sobre todo con la comunidad. Este don no lo han podido lograr otros dominicanos que ocupan cargos oficiales en Nueva York.
Róman Polanco
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