LA TAREA
La principal tarea de Danilo Medina y los peledeístas que apoyan su candidatura no es simplemente ganar, ni hacerlo mucho a poco, sino lograr la mayor concurrencia. El éxito político tiene –a veces– sus riesgos, y en el caso de Medina sería que su triunfo convenza tanto que muchos seguidores no vayan a votar. El PRD se fue alante y la opinión pública considera que su convención fue altamente votada. Hipólito Mejía salió a la calle como candidato con una muy buena acreditación en su partido. La mitad del trabajo fue hecha por sus adherentes, y ahora se completa con la integración de los demás, incluyendo la parte arisca de Miguel Vargas.
Medina tiene que hacer otro tanto si quiere arrancar con el mejor de los auspicios. Todavía el PLD como partido está por encima del PRD en las encuestas de Medina, y el PLD es una maquinaria electoral hasta ahora imbatible si sus miembros y simpatizantes halan en una misma dirección. El fervor de adentro es el mejor de los impulsos. Si los peledeístas se movilizan adecuadamente en el interior del partido, harán igual afuera…
LOS RIVALES
Hago la observación porque la competencia en el PLD ha dejado mucho que desear debido a que los oponentes de Danilo Medina no han mostrado fuerza suficiente para que se les tome como rivales dignos. Se esperaba que se lanzaran, no ya desde aviones, y con paracaídas, pero si desde un trampolín, y hasta ahora no han hecho más que meter tímidamente los pies en el agua de la piscina, como bañistas que quieren conocer por anticipado la temperatura.
Igual debe tenerse en cuenta de que los eventos internos no despiertan el mismo interés que si se produjeran afuera, y que el Comité Central del PLD se excedió en generosidad, compañerismo y solidaridad, al aceptar siete candidatos. Los seis que quedaron, o los cinco, o los cuatro, desde el principio forman parte de una boleta desigual: mucho para Medina, poco para sus competidores.
Tal vez si se hubiera producido una lucha más cerrada, los porcentajes fueran más justos y auspiciosos. Se habló de la posibilidad de una segunda vuelta, y de que se integrara un bloque contra Medina, pero eso no fue más que uno de los tantos delirios…
CONCURRENCIA
El PLD tiene como reto la motivación de su militancia, de manera que el congreso elector sea una consulta que provoque la participación de las bases del partido. Las actividades programadas podrían ser buenas como calentamiento, pero no se hará más que una, pues la ausencia del presidente del partido, por su viaje al exterior como presidente de la República, reduce el impacto de la convocatoria. La situación es de emergencia, y el PLD, como partido, tiene que meter todo el brazo y lograr lo que hasta ahora ha sido imposible: una votación cercana al 50 %. Ellos niegan que en la convención del PRD votara tanta gente como confirman los registros, pero esa es agua pasada por molino. La gente considera que sí, y ahora lo suyo es convencer que su escrutinio lo superó. La vez que más peledeístas votaron en una interna fue cuando se enfrentaron el presidente Fernández y Medina, los dos pesos pesados, y no superaron los seiscientos mil. Ahora se trata de un padrón de dos millones doscientos mil, y con los muertos en vida que hacen de contraparte de Medina, se cree difícil movilizar un millón…
AHORA
Los seguidores del presidente Leonel Fernández se dicen decididos a apoyar a Danilo Medina, dándolo como seguro candidato del partido. Y nadie lo duda ya dentro del PLD, pues se hace más que evidente su respaldo.
Los muy conocidos se cuidan, pero es más por guardar las apariencias que por su antiguo retraimiento. Sin embargo, tienen que chequear bien la circunstancia y actuar de manera que su participación tenga provecho. Medina los necesita, pero no después del 26 de junio.
También antes, o el mismo día. Tienen que obligar a sus seguidores a que acudan a las urnas y voten como una forma de fortalecer el proceso, pero sobre todo para propiciar que surja fuerte como candidato y capaz de derrotar al contrario.
La pujanza del partido tiene que sentirse, pues el chofer es importante, pero igual el vehículo. Si el PLD va delante del PRD, tiene que demostrarlo en cada ocasión. El 26 de este mes es una y muy importante. Hay corredores que se recuperan en el camino, pero lo bueno es que salgan al frente y nunca pierdan la ventaja. Eso solo puede lograrlo si el partido responde…
La principal tarea de Danilo Medina y los peledeístas que apoyan su candidatura no es simplemente ganar, ni hacerlo mucho a poco, sino lograr la mayor concurrencia. El éxito político tiene –a veces– sus riesgos, y en el caso de Medina sería que su triunfo convenza tanto que muchos seguidores no vayan a votar. El PRD se fue alante y la opinión pública considera que su convención fue altamente votada. Hipólito Mejía salió a la calle como candidato con una muy buena acreditación en su partido. La mitad del trabajo fue hecha por sus adherentes, y ahora se completa con la integración de los demás, incluyendo la parte arisca de Miguel Vargas.
Medina tiene que hacer otro tanto si quiere arrancar con el mejor de los auspicios. Todavía el PLD como partido está por encima del PRD en las encuestas de Medina, y el PLD es una maquinaria electoral hasta ahora imbatible si sus miembros y simpatizantes halan en una misma dirección. El fervor de adentro es el mejor de los impulsos. Si los peledeístas se movilizan adecuadamente en el interior del partido, harán igual afuera…
LOS RIVALES
Hago la observación porque la competencia en el PLD ha dejado mucho que desear debido a que los oponentes de Danilo Medina no han mostrado fuerza suficiente para que se les tome como rivales dignos. Se esperaba que se lanzaran, no ya desde aviones, y con paracaídas, pero si desde un trampolín, y hasta ahora no han hecho más que meter tímidamente los pies en el agua de la piscina, como bañistas que quieren conocer por anticipado la temperatura.
Igual debe tenerse en cuenta de que los eventos internos no despiertan el mismo interés que si se produjeran afuera, y que el Comité Central del PLD se excedió en generosidad, compañerismo y solidaridad, al aceptar siete candidatos. Los seis que quedaron, o los cinco, o los cuatro, desde el principio forman parte de una boleta desigual: mucho para Medina, poco para sus competidores.
Tal vez si se hubiera producido una lucha más cerrada, los porcentajes fueran más justos y auspiciosos. Se habló de la posibilidad de una segunda vuelta, y de que se integrara un bloque contra Medina, pero eso no fue más que uno de los tantos delirios…
CONCURRENCIA
El PLD tiene como reto la motivación de su militancia, de manera que el congreso elector sea una consulta que provoque la participación de las bases del partido. Las actividades programadas podrían ser buenas como calentamiento, pero no se hará más que una, pues la ausencia del presidente del partido, por su viaje al exterior como presidente de la República, reduce el impacto de la convocatoria. La situación es de emergencia, y el PLD, como partido, tiene que meter todo el brazo y lograr lo que hasta ahora ha sido imposible: una votación cercana al 50 %. Ellos niegan que en la convención del PRD votara tanta gente como confirman los registros, pero esa es agua pasada por molino. La gente considera que sí, y ahora lo suyo es convencer que su escrutinio lo superó. La vez que más peledeístas votaron en una interna fue cuando se enfrentaron el presidente Fernández y Medina, los dos pesos pesados, y no superaron los seiscientos mil. Ahora se trata de un padrón de dos millones doscientos mil, y con los muertos en vida que hacen de contraparte de Medina, se cree difícil movilizar un millón…
AHORA
Los seguidores del presidente Leonel Fernández se dicen decididos a apoyar a Danilo Medina, dándolo como seguro candidato del partido. Y nadie lo duda ya dentro del PLD, pues se hace más que evidente su respaldo.
Los muy conocidos se cuidan, pero es más por guardar las apariencias que por su antiguo retraimiento. Sin embargo, tienen que chequear bien la circunstancia y actuar de manera que su participación tenga provecho. Medina los necesita, pero no después del 26 de junio.
También antes, o el mismo día. Tienen que obligar a sus seguidores a que acudan a las urnas y voten como una forma de fortalecer el proceso, pero sobre todo para propiciar que surja fuerte como candidato y capaz de derrotar al contrario.
La pujanza del partido tiene que sentirse, pues el chofer es importante, pero igual el vehículo. Si el PLD va delante del PRD, tiene que demostrarlo en cada ocasión. El 26 de este mes es una y muy importante. Hay corredores que se recuperan en el camino, pero lo bueno es que salgan al frente y nunca pierdan la ventaja. Eso solo puede lograrlo si el partido responde…
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