ORLANDO DICE El plebiscito del PLD el domingo y las reses malas

Orlando Gil orlandogil@codetel.net.do INDIVIDUALISTA Hay quienes no hacen el equipo, o porque no pueden o no quieren o consideran que haciendo de res mala (que siempre anda sola) logran mayores beneficios. En el béisbol, y en especial de Grandes Ligas, esos especímenes que solo se preocupan de sus records individuales, no se valoran. No importan sus números. No se quiere un superbo, sino alguien que haga el team y ayude a ganar campeonatos. Cuando faltan a la disciplina y a los propósitos de la novena, se les pone en falta y ellos labran su propio fracaso. Sammy Sosa, Manny Ramírez, y ahora Hanley Ramírez. Los peledeístas, para cambiar de escenario, saben porqué fueron convocados a plebiscito, y saben igualmente porqué se le incluyó en la consulta del candidato, y que era con la intención manifiesta de que se votara sí. Ahora aparecen los que no hacen el equipo, las reses malas, planteando lo contrario. Quieren que se favorezca el no, sabiendo como saben que provocará un caos en el partido, y consecuentemente, en la campaña. Si no soy yo, que se hunda la tierra… LAS VENGANZAS A José Tomás Pérez se le acabó la estrategia. Calculó que si el presidente Leonel Fernández no iba, sus seguidores cerrarían filas tras su candidatura. Pero se quedó como la Penélope de Joan Manuel Serrat esperando el próximo tren. Y como todo desesperado, se agarró de un clavo caliente: el plebiscito y el No. Incluso su venganza tiene varios destinatarios. El primero es el presidente Fernández, quien además de no endosarlo en la interna, lo destituyó del cargo que ocupaba en el gobierno, colocándolo en situación de mayor precariedad política. ¿De dónde o con qué iba a sustentar sus aspiraciones? El hecho es más devastador cuando se hacen inferencias perversas. Por ejemplo. El jefe del Estado también canceló en la misma fecha a otro precandidato, a Franklin Almeyda, pero lo hizo de una manera más elegante. Lo sustituyó por otro ministro, por Monchy Fadul, compañero de Almeyda en el Comité Político y que por igual se dan la mano en el grupo llamado La OTAN. ¿A quién nombraron en lugar de Pérez? A Alejandro Herrera, un dirigente con méritos suficientes, pero a quien todavía se considera un muchacho… ROTO El segundo sujeto de venganza de Pérez es el Comité Político, del cual forma parte. Nadie entiende cómo es que siendo miembro de ese organismo, y ocupado la secretaría general del partido, ninguno de sus compañeros apoya sus aspiraciones. Hay que ser muy “puente roto” para que de todos, más de veinte personas, ninguna pase su candidatura. Incluso, se habla de rispideces entre él y otros integrantes del organismo, pues Pérez lleva jugando dos cartas, y ambas marcadas. Cuando se suscitó en el CP el tema del plebiscito, y todos lo aprobaron en el entendido de que el voto sería afirmativo, él fue parte de esa unanimidad. Después, mucho después, sacó otra carta: la necesaria renovación del partido. Quiere cobrársela a todos de conjunto, aunque afile cuchilla para su propia garganta, pues cuando se ponga todo el poder en manos de las bases, ninguna cabeza de dirección estará segura. Dicen las malas lenguas que tiene a Reinaldo Pared en la mirilla. No se trataría de un asunto personal, sino político: la secretaría general, que una vez ocupara y a la que quisiera volver… LA PIEDRECITA Como la candidatura presidencial hace rato que se fue a tierra, y superar a Danilo Medina es casi un imposible, José Tomás Pérez quisiera volver a la secretaría general. Pasarse cuatro años en el banco, esperando la futura contienda (con Leonel Fernández en el horizonte), no es una situación que agrade. Mucho más si la ambición de poder obnubila y, en consecuencia, extravía los caminos. La secretaría general da buena sombra y entretiene en lo que el hacha va y viene. Pérez, por tanto, es una piedrecilla con filo en los zapatos de mucha gente. Pronostica segunda vuelta y asegura el No. Y la cuestión es clara. Si Medina no se va en la primera ronda, su candidatura cojeará, y salir al escenario nacional a contramarcha no aumentará sus posibilidades. Si el No se impone, o si no gana, pero saca un alto porcentaje, la dirección del PLD se encontrará en los apuros que quiere evitar. Las autoridades todas y en el país entero serán ilegales, y hay que suponer lo que eso significará en medio de un proceso electoral, que de entrada hay que calificar de crucial…