EL ESCENARIO.- Los políticos son responsables de sus escenarios, sea que los preparen para lo bueno o para lo malo. Los reformistas fueron convocados el pasado domingo para que los miembros de su más alto organismo decidieran si escogían el candidato a la presidencia por primarias o asamblea de delegados. Debían asistir los correspondientes integrantes, pues ya otras instancias habían conocido el asunto. Sin embargo, como siempre ocurre, una cosa simple la volvieron complicada. Cada bando se hizo acompañar de un tigueraje que no opina, que no vota, pero que crea los consabidos incidentes. Cada cual voceó su consigna preferida, la sangre no llegó al río, pero en los forcejeos rompieron el cristal de una puerta e intentaron acuchillar una escoria. El resultado fue, como debía suponerse, un mayúscu-lo desorden. Las reseñas de prensa del lunes se lucieron destacando más la alevosía de las bases que el escrutinio de la dirección. La culpa no puede ser de los medios, sino de los propios reformistas que hicieron de la ocasión un espectáculo de calle...
NI BALAGUER.- Como lo que sucedió adentro no desdijo del alboroto de afuera, los observadores de la actividad de los reformistas del pasado domingo la consideraron políticamente como un todo incluido. Y aunque no es la primera vez que se salen de casillas y se afanan en subvertir sus procesos, nadie duda de que una de las facciones fue con la intención de echar por tierra la convocatoria. El fracaso, y hoy se lamenta, fue doble. No pudo boicotearla desde la calle, ni tampoco sabotearla con acciones bajo techo. Entre los promotores de la asamblea de delegados, hay gente muy curtida. Amable Aristy Castro e Ito Bisonó no podían superar sus habilidades y mucho menos sus mañas. No pudo Joaquín Balaguer en pleno poder y cuando se suponía que comían en sus manos. Vale recordar la asamblea que se celebró en el club San Carlos y cuya finalidad era aprobar los miembros de la dirección de entonces. Se tomaron medidas extremas como contratar un cuerpo de seguridad israelí que solo respondía a los organizadores. Sin embargo, la contraparte se salió con las suyas y la majestad de Balaguer fue zaherida...
LA PAVA.- Nadie pensó nunca, y mucho menos los reformistas, que llegaría un día hablarse de “el pobre Amable”. Cuando se le oye ahora con más pena que vergüenza lamentarse de que otra vez lo engañaron, no se sabe si reír o llorar. ¿Engañar a quien por mucho tiempo se consideró el político que más sabía, por viejo y por diablo? La verdad que el senador por la provincia La Altagracia ya no tiene secretos, todos fueron puestos al descubierto y ahora no cuenta ni con el patrocinio de La Virgen. Quiso defender su mala suerte atacando a Carlos Morales y a Federico Antún Batlle, y sus palabras fueron como un boomerang. Dijo que los reformistas que le ganaron la partida el pasado domingo eran empleados de la Cancillería y del Banco Nacional de la Vivienda. Es decir, fuerzas reales. Si no como dirigentes, por lo menos por las instituciones. Fue un golpe bajo, pero la opinión pública lo asimiló. Quedó en evidencia que la pava ya no pone donde ponía. Si ahora es en el ministerio de Relaciones Exteriores y en el BNV, fue porque en el pasado era en la Liga Municipal Dominicana...
¿INGENUO?.- ¿En qué parará la cosa, caballero? La respuesta se hace difícil, pues quieren convencerlo junto a Ito Bisonó para que participen en la asamblea de delegados del 1ro. de julio. Convencer a gente vieja no es fácil, mucho más si es que acudan como mansas ovejas al matadero. Amable Aristy Castro no es tan ingenuo como el cochinillo amarrado que cuando vio al cocinero con dos cuchillos en las manos, afilando uno con otro, gritó lleno de alegría: “¡Qué bueno que viniste a salvarme!”. Ingenuos son los victimarios que no creen que sea imposible llevarlo a voluntad al cadalso, creyendo que en el fondo no aspira. Si en verdad no aspira, la situación le ofrece una excusa en bandeja de plata para hacer lo que todo el mundo supone que hará: irse con su amigo Hipólito Mejía. Aristy Castro, y eso es indudable, es más afín al candidato del PRD que a Morales y a Antún. Incluso, además de la amistad, se dice que existen compromisos. Como recordaba Juan Llibre “no hay plazos que no se cumplan ni deudas que no se paguen...”. Aristy Castro tendrá pocas fichas, pero ya hizo su movida...
NI BALAGUER.- Como lo que sucedió adentro no desdijo del alboroto de afuera, los observadores de la actividad de los reformistas del pasado domingo la consideraron políticamente como un todo incluido. Y aunque no es la primera vez que se salen de casillas y se afanan en subvertir sus procesos, nadie duda de que una de las facciones fue con la intención de echar por tierra la convocatoria. El fracaso, y hoy se lamenta, fue doble. No pudo boicotearla desde la calle, ni tampoco sabotearla con acciones bajo techo. Entre los promotores de la asamblea de delegados, hay gente muy curtida. Amable Aristy Castro e Ito Bisonó no podían superar sus habilidades y mucho menos sus mañas. No pudo Joaquín Balaguer en pleno poder y cuando se suponía que comían en sus manos. Vale recordar la asamblea que se celebró en el club San Carlos y cuya finalidad era aprobar los miembros de la dirección de entonces. Se tomaron medidas extremas como contratar un cuerpo de seguridad israelí que solo respondía a los organizadores. Sin embargo, la contraparte se salió con las suyas y la majestad de Balaguer fue zaherida...
LA PAVA.- Nadie pensó nunca, y mucho menos los reformistas, que llegaría un día hablarse de “el pobre Amable”. Cuando se le oye ahora con más pena que vergüenza lamentarse de que otra vez lo engañaron, no se sabe si reír o llorar. ¿Engañar a quien por mucho tiempo se consideró el político que más sabía, por viejo y por diablo? La verdad que el senador por la provincia La Altagracia ya no tiene secretos, todos fueron puestos al descubierto y ahora no cuenta ni con el patrocinio de La Virgen. Quiso defender su mala suerte atacando a Carlos Morales y a Federico Antún Batlle, y sus palabras fueron como un boomerang. Dijo que los reformistas que le ganaron la partida el pasado domingo eran empleados de la Cancillería y del Banco Nacional de la Vivienda. Es decir, fuerzas reales. Si no como dirigentes, por lo menos por las instituciones. Fue un golpe bajo, pero la opinión pública lo asimiló. Quedó en evidencia que la pava ya no pone donde ponía. Si ahora es en el ministerio de Relaciones Exteriores y en el BNV, fue porque en el pasado era en la Liga Municipal Dominicana...
¿INGENUO?.- ¿En qué parará la cosa, caballero? La respuesta se hace difícil, pues quieren convencerlo junto a Ito Bisonó para que participen en la asamblea de delegados del 1ro. de julio. Convencer a gente vieja no es fácil, mucho más si es que acudan como mansas ovejas al matadero. Amable Aristy Castro no es tan ingenuo como el cochinillo amarrado que cuando vio al cocinero con dos cuchillos en las manos, afilando uno con otro, gritó lleno de alegría: “¡Qué bueno que viniste a salvarme!”. Ingenuos son los victimarios que no creen que sea imposible llevarlo a voluntad al cadalso, creyendo que en el fondo no aspira. Si en verdad no aspira, la situación le ofrece una excusa en bandeja de plata para hacer lo que todo el mundo supone que hará: irse con su amigo Hipólito Mejía. Aristy Castro, y eso es indudable, es más afín al candidato del PRD que a Morales y a Antún. Incluso, además de la amistad, se dice que existen compromisos. Como recordaba Juan Llibre “no hay plazos que no se cumplan ni deudas que no se paguen...”. Aristy Castro tendrá pocas fichas, pero ya hizo su movida...
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